Que bueno que te dieras cuenta que todo lo que hacias para poder imaginarme junto a vos haya sido en vano, detestable fluidez de palabras entraban por tus oídos y de mi boca solo salían insultos. Ya rendida caigo, cansada de escapar de algo que solamente estaba en lo más profundo de tu imaginación y que tu conciencia pedía que atraparas a gritos. Pero finalmente acá estoy, sigo de pie, tal y como estaba antes.
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario