martes, 8 de julio de 2008

Escena II
Interior del jardín

ROMEO junto al muro, en ademán de estar escuchando las bromas de sus amigos; luego JULIETA, en un balcón.

ROMEO. - Se ríen de mis pesares, porque no están heridos como yo. (sale julieta al balcón.)¡Silencio! ¡Oigo abrir una ventana! ¿Qué luz veo brillar en ella? ¡Oh claridad bienhechora y pura! ¡Es JulietaJulieta! ¡Sol y aurora de mi vida! (Ya debajo del balcón de Julieta y contemplándola.) ¡levántate bello sol a quien adoro, y mata de envidia al astro nocturno que, virgen como tú, palidece de dolor ante tu vista!... Si es mi bienamada; si es ella...¡Oh, si supiera cúanto la amo!... (Escucha...) ¿Ha dicho algo? No, nada. Sólo habla su elocuente mirada. Voy a contestarle pero no reprimamos audacia. [...]
JULIETA. -¡Ay de mi!
ROMEO.- ¡Ha hablado!...Vuelve a hablar ángel del cielo, y que tu voz llene de alegre armonía la noche silenciosa y triste! Tu estás ahi sobre mi cabeza, cómo el ángel que aletea sobre la cabeza de los hombres. [...]
JULIETA.-¡Romeo!, ¡Romeo! ¿Por qué eres tú ,Romeo?... Reniega de tu padre, abjura de tu nombre, y si no quieres hacer eso, jura qe me amarás, y yo cesaré de ser Julieta Capuleto.
ROMEO.- ¿Debo continuar escuchándola o debo hablarle?.
JULIETA.- Tu no eres mi enemigo; lo es tu nombre, tu nombre solo.Tú eres tú y no eres un Montesco. ¿Qué es un Montesco? Esos brazos, esos cabellos, esa cabeza no componen un Montesco... Todo eso te compone a ti... ¡Cambia de nombe! ¡Un nombre no es nada! Demos a una rosa otro nombre y por eso no dejará de agradarnos: Su perfume no será por eso menos suave. Si Romeo tuviese otro nombre , toda su gracia y su perfección quedarán en él, que es a quién yo amo. ¡Borra tu nombre ,oh, Romeo, ese nombre que no es nada, ese nombre que no constituye tu ser ¡Bórralo y tómame, a mí toda entera!
ROMEO. - Tomo tu palabra, Julieta. Dime tan solo ¡"Amado mío"! , dame ese nuevo bautismo, y nunca, ¡oh! nunca volveré a ser Romeo.
JULIETA. - (mirando debajo del balcón).- ¿Quién eres tu, que me escuchas? ¿Tú, a quien la noche envuelve y que sorprende mis pensamientos más secretos?
ROMEO. -No me atrevo a decirte mi nombre; es un nombre que aborrezco, ¡Oh, mi adorada santa!... Le detesto por ser enemigo de la que amo. ¡Si tuviese escrito aquí entre mis ojos, haría pedazos las letras que lo componen! [...]

No hay comentarios: